lunes, 27 de abril de 2015

CONCEPTOS

SOCIALISMO


El concepto de socialismo es definido como un sistema de organización económico y social, cuya base es que los medios de producción sean parte del patrimonio colectivo y sea el mismo pueblo quien los administre. Algunos de los objetivos principales de un orden socialista son la justa repartición de los bienes y una organización racional de la economía. Para ello plantea la eliminación de la propiedad privada y la extinción de las clases sociales.
El socialismo es un término que se ha utilizado mucho a lo largo del siglo XX e incluso en la actualidad. Sin embargo  es un término que ya había sido utilizado por el mismo Platón y fue retomado  a mediados del siglo XIX, nuevamente. En este caso la palabra socialismo era utilizada para contrarrestar el término individualismo. Sin embargo su definición ha mutado enormemente con el paso del tiempo. A partir de la revolución industrial este concepto tomó una gran importancia gracias a pensadores de la época como Marx y Engels.
Según la teoría de Karl Marx el comunismo resulta una etapa superadora del régimen capitalista. Marx a través del estudio de la historia afirma que las sociedades se encuentran en constante lucha entre clases, donde siempre se alcanza una etapa nueva, por ejemplo de un régimen feudal se alcanza uno capitalista y luego se debería alcanzar un orden socialista. Como método de estudio para alcanzar dicho resultado utiliza la dialéctica, es decir que propone una tesis, una antítesis y una resolución en un tercer plano llamada síntesis
Marx define al capitalismo como un régimen donde el hombre es explotado por el hombre. Determina que en el mismo hay dos clases antagónicas, la burguesía y el proletariado, es decir aquellos que poseen los medios de producción y los trabajadores respectivamente. Además afirma que existen contradicciones mismas dentro del capitalismo que llevarán a su auto destrucción del sistema.
Por otro lado Marx afirma que el estado es una herramienta que utiliza la clase burguesa para poder dominar al proletariado. Por ello la clase oprimida debe tomar el control del estado, etapa a la cual Karl llama “la dictadura del proletariado”, y hacer uso del mismo para eliminar las clases sociales. De este modo el ente estatal perdería su finalidad, dominar a una clase, extinguiéndose de manera prácticamente natural. Una vez extinguido el estado, según la teoría, debe implantarse una organización planificado en los planos económicos, sociales y políticos, con el fin de obtener el bien común.
Algunos de los países que han inspirado sus políticas en la teoría marxista, son Cuba, con Fidel Castro y Ernesto “el che” Guevara, la Unión Soviética de Lenin Stalin y Trotsky, la República Popular de China con Mao Tse-Tung, entre muchos otros ejemplos que podrían ser mencionados.
Existen a su vez dos grandes corrientes que encuentran su origen en la misma teoría, por un lado:
  • La corriente socialdemócrata, también conocidos como reformistas, que pretenden acceder al orden socialista mediante elecciones democráticas y cambios progresivos en el sistema, no a partir de una revolución, como sería el caso de Allende en Chile.
  • En las antípodas es posible mencionar al anarquismo, definido como el movimiento social que pretende eliminar no solo al estado, si no a cualquier forma de poder, autoridad o control de la sociedad. A lo largo de la historia reciente existe un gran número de movimientos y agrupaciones que han adherido a dicha doctrina.


LUCHA DE CLASES
Enfrentamiento que se produce entre dos clases sociales antagónicas cuando luchan por sus intereses estratégicos de largo plazo. Por ejemplo, el interés estratégico a largo plazo de una clase dominante consiste en perpetuar su dominio, el de una clase dominada en destruir el sistema de dominación y el enfrentamiento que se produce entre ambas clases constituye la lucha de clases proclamada por el marxismo. Marx y Engels afirman en el Manifiesto Comunista: "La Historia de todas las sociedades que han existido hasta nuestros días es la historia de la lucha de clases". Hombres libres y esclavos, patricios y plebeyos, señores y siervos, maestros y oficiales, o sea, en términos marxistas, opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada algunas veces y otras franca y abierta; lucha que terminó siempre con la transformación revolucionaria de toda la sociedad o el hundimiento de las clases beligerantes. Los marxistas señalan que las huelgas, manifestaciones callejeras, las tomas de fábricas, terrenos y fundos, etc., sólo pueden ser consideradas insertas en el contexto de la lucha de clases que sostiene el proletariado con la burguesía, en la medida en que el proletariado visualice como su objetivo final la destrucción de la burguesía.

PROLETARIADO

En el latín es donde se encuentra el origen etimológico del término que ahora nos ocupa. En concreto, se establece que proletariado procede de “proletarius”, que puede traducirse como “lo que pertenece a los hijos”

La clase social formada por los proletarios se conoce como proletariado. Los proletarios son los obreros, aquellos trabajadores manuales que reciben una remuneración por su trabajo.
Por ejemplo: “Quiero llegar a la presidencia para defender los intereses del proletariado”“Un sociólogo norteamericano sorprendió al mundo académico con un polémico ensayo sobre la situación actual del proletariado”“No importa quiénes gobiernen, el proletariado siempre será discriminado”.
En el sistema capitalista, el proletariado es la clase social más baja. Estos trabajadores no disponen de los medios de producción, por lo que se ven forzados a vender su fuerza de trabajo a la burguesía. En otras palabras, el proletariado es un empleado del burgués quien, como empleador, le paga un salario por su trabajo.








Karl Marx acuñó esta noción de proletariado para oponer la clase obrera a la clase burguesa. El término, de todas formas, tuvo su origen en la Antigua Roma. Allí, los proletarios eran los ciudadanos de la clase social más baja y no tenían ninguna propiedad. El Estado sólo consideraba a estas personas para generar proles (sus hijos), que pasaban a formar de los ejércitos del imperio.
En el siglo XIX, con la llegada de la Revolución Industrial, se produjo un importante impulso a los proletarios, que tomaron mayor protagonismo en la sociedad debido a que su mano de obra era fundamental para que las empresas pudieran salir a flote.
Eso provocó que el proletariado se encontrara explotado, para poder obtener el mayor número de beneficios para el empresario. De ahí que aquel conjunto de obreros se identificara por tener las siguientes señas de identidad:
• Vivían en las ciudades y numerosos de aquellos habían dejado sus hogares en el campo y sus trabajos agrícolas o ganaderos para pasar a formar parte de las industrias.
• Se encontraban sometidos a pésimas condiciones laborales, tanto en cuanto a higiene como a duras y largas jornadas laborales. Todo sin olvidar tampoco la inseguridad de empleo que poseían en todo momento.
• Estaban alienados y su desesperanza hizo que muchos de ellos no sólo enfermaran sino también que intentaran ahogar sus penas en el alcohol.
Además de todo ello, hay que saber que en aquel momento el proletariado se encontraba conformado por trabajadores cualificados, por otros empleados que no tenían ni experiencia ni cualificación así como por las mujeres y los niños. Estos dos tipos de ciudadanos eran los que peores condiciones laborales tenían, de ahí que se colocarán como el escalón más bajo dentro del proletariado.
Para el marxismo, proletarios y burgueses tienen intereses antagónicos. El proletariado siempre pretende que los sueldos suban, mientras que los burgueses quieren que se mantengan lo más bajo posible para maximizar sus ganancias.
Marx sostenía que el único camino posible del proletariado para cortar la subordinación a la burguesía es la toma de conciencia de su situación para lograr la revolución y erradicar la dominación capitalista.

Material adaptado de Internet-.

LA INTERNACIONAL COMUNISTA


LETRA DE LA INTERNACIONAL

Arriba los pobres del mundo 
de pie los esclavos sin pan 
y gritemos todos unidos 
viva la internacional 

removamos todas las ramas 
que impiden nuestro bien 
cambiemos el mundo de fase 
un viento al imperio burgues 

agrupemonos todos 
en la lucha final 
y se alzen los pueblos 
por la internaciona(bis) 

el dia que el triunfo alcancemos 
ni esclavos ni hambrientos habra 
la tierra sera el paraiso 
de toda la humanidad 

que la tierra de todos sus frutos 
y la dicha en nuestro hogar 
el trabajo sera el sosten que a todos 
de la habundancia hara gozar 

agrupemonos todos 
en la lucha final 
y se alzen los pueblos 
por la internacional

jueves, 23 de abril de 2015

Ludismo

El ludismo
El ludismo fue un movimiento social que se caracterizó por la oposición a la introducción de maquinaria moderna en el proceso productivo. Se desarrolló durante las primeras etapas del proceso de industrialización y dió lugar a violentas acciones de destrucción de máquinas. Su origen se remonta a la acción de "Ned Ludd", su mítico líder, un tejedor que en 1779 fue supuestamente pionero en este tipo de prácticas tras destruir el telar mecánico que manipulaba. Se desarrolló entre 1800 y 1830, fundamentalmente en Inglaterra y su intervención estuvo jalonada por una oleada de amenazas, tumultos y desórdenes que amedrentó a los patronos y provocó la intervención del gobierno.
La causa principal que desencadenó los disturbios fue la precaria situación laboral y social creada tras la introducción de moderna maquinaria en la producción de textiles, arrastrando a la ruina a los telares tradicionales, impotentes a la hora de competir con las fábricas de reciente creación. Los viejos artesanos perdieron sus negocios y cayeron en el desempleo.
La agitación que afectó inicialmente a la industria textil se extendió también al campo, donde el supuesto cabecilla "Capitan Swing" y sus seguidores dirigieron su ira contra las trilladoras incorporadas a las labores agrícolas.
Las acciones contra las máquinas constituyeron el precedente de otras venideras, esta vez mejor organizadas, dirigidas, no contra las máquinas, sino contra sus propietarios. El ludismo reunía algunos rasgos característicos de los motines del Antiguo Régimen, frecuentes en períodos de crisis de subsistencias. Coincidió con ellos en la espontaneidad y en la ausencia de una ideología política definida que los vertebrase. Pero al tiempo, presentaba modernas peculiaridades propias de los movimientos obreros de la segunda mitad del siglo XIX. Texto. Episodio de rotura de máquinas, recogido en el Annual Register, 26 de abril de 1812
El movimiento alcanzó su cénit coincidiendo con los altercados que se desarrollaron en Inglaterra durante los años 1811 y 1812, reprimidos con suma dureza por el gobierno, a raíz de los cuales fueron detenidos y juzgados numerosos revoltosos, de los que unos treinta fueron condenados a la horca.
Otros países padecieron similares desórdenes: fue el caso de Francia(entre 1817 y 1823), Bélgica, Alemania o España (Alcoy en 1821 y Barcelona en 1835).

cartismo

El cartismo
Al igual que el ludismo el cartismo fue un movimiento propio de la primera etapa del movimiento obrero. Pero, a diferencia de aquel, tuvo una índole esencialmente política. El término procede de la “Carta del Pueblo”, documento enviado al Parlamento Británico en 1838, en el que se reivindicaba el sufragio universal masculino y la participación de los obreros en dicha institución. Los defensores del cartismo pensaban que cuando los trabajadores alcanzasen el poder político, podrían adecuar las leyes a sus intereses de clase. La duración de este movimiento abarcó una década, entre 1838 y 1848.
El cartismo supuso la toma de contacto de las masas obreras con la acción política. Hasta entonces habían concentrado su empeño en la conquista de mejoras de carácter laboral.
En la “Carta” demandaban el sufragio universal, la supresión del certificado de propiedad como requisito para formar parte del Parlamento,inmunidad parlamentaria, un sueldo para los diputados, etc; estas peticiones poseían un marcado carácter político y eran necesarias -según sus defensores- para conseguir una profunda transformación social.
El movimiento fracasó, entre otras causas, por las disensiones internas entre sus diversas tendencias, la moderada y la radical. La tendenciamoderada la representaban Lovett y Owen, inclinados a demandas de tipo económico y laboral; la más radical la lideraron el irlandés O’Connor yO’Brien, ambos partidarios de acciones contundentes que incluían el empleo de la huelga general.
La represión del gobierno británico, que militarizó las zonas en donde la agitación se hizo más activa, abortó el movimiento. Éste quedó escindido de forma irreversible hasta su desaparición.
El fracaso de la revolución de 1848 asestó el golpe definitivo a las aspiraciones cartistas. En adelante la lucha de carácter político sería abandonada por los obreros ingleses quienes moderaron en gran medida sus reivindicaciones para concentrarse en la lucha de carácter sindicalLa acción política se circunscribió al continente, de manera más significativa a Francia.
Aunque el cartismo se malogró, constituyó una importante experiencia para la clase obrera en su intento de mejora de las condiciones de vida; su acción forzó al gobierno británico a articular una legislación que en ocasiones contó con un elevado contenido social, siendo un ejemplo de ello la “Ley de las diez horas”.

sábado, 18 de abril de 2015

IDEOLOGÍAS DEL SIGLO XIX EUROPEO

MARXISMO O SOCIALISMO CIENTÍFICO

Llamamos marxismo al conjunto de ideas políticas, económicas y filosóficas que nacen con la obra de Karl Marx, pero que van unidas al activismo obrero y que posteriormente han sido desarrolladas por muchos autores. El marxismo es la doctrina o cuerpo ideológico que corona con genial coherencia las tres fuentes ideológicas más avanzadas de la Europa del s.XIX: el socialismo francés (Saint-Simon, Fourier, Proudhon), la filosofía clásica alemana (Feuerbach, Hegel) y la economía política inglesa (David Ricardo, Adam Smith).
Engels llamó al marxismo o comunismo "socialismo científico", para distinguirlo de los socialismos "moderados" pequeño-burgueses, del socialismo utópico francés, o del socialismo anarquista. Hoy en día forma parte de la ideología de los principales movimientos obreros y de emancipación en todo el mundo.
La idea de este texto es empezar la casa por los cimientos. No se puede hacer una lista de las conclusiones que Marx extrajo de toda una vida dedicada al estudio y la observación. Se pretende hacer un seguimiento de cómo llega a algunas de esas conclusiones, introduciendo primero los conceptos de materialismo, dialéctica, lucha de clases, plusvalía,... para poder entender mejor y más coherentemente la teoría marxista del movimiento comunista. Se ha procurado razonar organizadamente las explicaciones buscando la máxima claridad. Sin embargo es imposible tratar conceptos tan abstractos como la dialéctica o el valor y evitar que el texto tenga cierta complejidad. La lectura de un texto filosófico, económico y político, requiere una especial atención. Debe leerse bolígrafo en mano, tomar notas, contrastar, releer tanto como sea necesario, preguntar, etc. hasta extraer la idea que encierra cada frase. Dada la necesidad de recortar, resumir, omitir y simplificar: es recomendable al joven lector que desea iniciarse en el Marxismo que no consienta en quedarse en el umbral, y que tras esta vista de pájaro llegue por medio de otras lecturas y demás fuentes a profundizar más en los contenidos del Marxismo, para después poder aplicarse a su difusión, discusión y sobre todo aplicación.
Marx criticó a todos los filósofos anteriores a él, que se habían limitado a interpretar el mundo, cuando lo que había que hacer era cambiarlo. Todos los comunistas tenemos claro que no basta con hacernos preguntas sobre la realidad para comprenderla, debemos transformarla. Es vital que la clase obrera y en especial la juventud estudiante y trabajadora, mantenga una actitud de lucha con espíritu internacionalista, además de la formación política necesaria para realizar una crítica fundamentada del sistema capitalista.
El movimiento comunista no brotó de Marx, sino del movimiento proletario del siglo XIX, aunque él llegó a liderarlo en parte. Marx murió en plena actividad, no le pudo dar tiempo a escribir todo. Esto quiere decir que debemos tener en cuenta a todos los demás autores que han contribuido al marxismo (Engels, Lenin, Trotsky, Bujarin, Rosa Luxemburgo, Ernesto Guevara, Antonio Gramsci, Marcos, Petras, Harnecker y miles más), y además que éste debe estar permanentemente vivo, no debe aceptarse como dogma inflexible sino que debe usarse para analizar la realidad cambiante. El marxismo deberá ser ampliado por las conclusiones que la clase trabajadora extraiga de sus nuevas condiciones materiales, en relación con los movimientos emancipatorios de la mujer y las razas y comunidades oprimidas, los ecologismos políticos, los movimientos antimilitaristas, etc. y todos y todas debemos contribuir a este proceso de estudio, crítica y construcción.
"El marxismo no es un deporte para espectadores. Debemos verificar con nuestros razonamientos las afirmaciones que contiene. Nuestra labor es aprenderlo para luego desarrollarlo".

Nace en 1818 en Treveris (Prusia). Hijo de una familia económicamente acomodada, culta, no revolucionaria. Su padre era un abogado judío. Su hermano llegó a ministro del interior y él se casó con una amiga de la infancia que pertenecía a la aristocracia. No provenía por tanto de una familia "proletaria", aunque gran parte de su vida transcurrió en la miseria. Esto le permitió estudiar jurisprudencia, historia y filosofía en universidades de Bonn y Berlín.
Participa en el círculo de los Hegelianos de izquierda, que se esfuerzan por extraer de la filosofía de Hegel conclusiones ateas. Aún no critica seriamente a Hegel. Escribe su tesis final sobre Epicuro (materialista de la antigua Grecia). Comienza a seguir la crítica de la teología y del idealismo que hace Ludwig Feuerbach, orientándose al materialismo.
Por esa época (1843) es nombrado redactor jefe de "La Gaceta Renana", periódico de izquierdas que es censurado continuamente y al final clausurado por el gobierno. Tras esta experiencia se da cuenta de que sus conocimientos sobre economía política son insuficientes y se dedica al estudio de esta ciencia.
Se instala en París, donde escribe artículos para una revista clandestina, en los que se muestra más revolucionario y se dirige ya a las masas de proletarios. Un año después llega a París Friederich Engels. Se hacen íntimos amigos combatiendo el socialismo burgués y desarrollando la teoría y la táctica del socialismo proletario revolucionario o Comunismo.
Expulsado de París por revolucionario, se instala en Bruselas (Holanda). Él y Engels se afilian a la clandestina Liga de los Comunistas, en cuyo 2º Congreso redactan el Manifiesto del Partido Comunista (1848). En él dan a conocer con brillante claridad una nueva visión del mundo, razonada con indiscutible coherencia, explicando el papel que juega la lucha de clases en la historia.
Cuando estalla el periodo de revoluciones que confirman y difunden la teoría revolucionaria marxista, Karl Marx es expulsado sucesivamente de Bélgica, Alemania y París. Finalmente, vive exiliado en Londres, en la más absoluta miseria (que mató a varios de sus hijos), puesto que había entregado todos sus esfuerzos a la causa revolucionaria.
La ayuda económica que recibe de su amigo Engels, le permite terminar su obra cumbre: "El Capital" (1867), en pleno auge de los movimientos obreros comunistas. Ese mismo año se funda la Asociación Internacional de Trabajadores, de la que fue el alma, y en la que realiza la doble tarea de unificar y a la vez combatir otros movimientos sociales: Prohudonianos, Lasalleanos semi-derechistas, Bakuninistas, tradeunionistas liberales,...
Tras la caída de la Comuna de París (experimento socialista analizado por Marx en una obra de igual título), la A.I.T. se desmorona, gracias a la escisión provocada por los Bakuninistas que discrepan de la necesidad de un Partido Comunista que unifique a las masas trabajadoras y las oriente hacia la revolución emancipadora. Su entrega e intensa actividad, minaron su salud decisivamente, hasta que en 1883 murió mientras dormía en su sillón.


La corriente filosófica que nace en Grecia con Heráclito y Epicuro, hace 2500 años, y que sitúa a la materia como elemento principal -y único- en la Naturaleza se llama Materialismo. Esta corriente está más o menos opuesta al Idealismo, que considera a la materia como un simple "reflejo" de la realidad, y tiene su apogeo con Platón (según interpretaciones clásicas) y durante toda la Edad Media.
A principios del s.XIX, el materialismo supone una oposición radical a la teología y la religión, y por tanto una lucha contra las instituciones que detentaban el poder. Ésta corriente es "resucitada" por L.Feuerbach, que critica el idealismo de su colega Hegel. Posteriormente, Marx y Engels toman el materialismo de Feuerbach y aprovechan el razonamiento dialéctico de Hegel, aunque "invertido", según sus propias palabras, porque rechazan su orientación idealista.
Hegel è "El pensamiento es el demiurgo de lo real"
Marx è "El pensamiento no es más que lo material traducido a la mente del hombre"
Demiurgo es un concepto filosófico clásico que significa "ente creador".
La diferencia es clara y la polémica estaba servida. Hegel opina que el pensamiento es como un sujeto que crea el resto del mundo material, como si tuviera vida propia. Marx responde exactamente lo contrario, que el pensamiento y la conciencia son productos del ser humano, que a su vez, es un producto más de la Naturaleza. Por tanto el pensamiento es algo coherente con el desarrollo de la Naturaleza, y no una especie de presencia supra-natural, exterior y distinta a todos los demás elementos de la misma.
Según Engels, "la unidad del mundo", lo que le caracteriza y nos permite hablar de "el mundo que nos rodea" sabiendo a qué nos referimos, es su materialidad. Distingue lo material de lo no material mediante el movimiento: "No existe materia sin movimiento ni viceversa", "Lo no-material no es capaz de sufrir ni provocar movimiento".
La oposición principal entre Materialismo marxista e Idealismo hegeliano, el núcleo de la discusión, era el orden de la creación del mundo (como el asunto del huevo y la gallina). Según los idealistas las ideas existían anteriormente en otro mundo, que Platón sitúa "más allá del cielo", y las cosas se crean a partir de esas ideas, que actúan como "moldes" de la realidad. Según los materialistas primero existió la materia y ésta dio origen a las ideas.
De ese modo se creaba una asociación entre idealismo y religión, mientras que los materialistas eran más ateos. Marx criticó también al agnosticismo, criticismo y positivismo. Según él, eran corrientes que aceptaban el materialismo pero se desvinculaban de sus consecuencias revolucionarias progresistas.
Posteriormente se ha atenuado esta asociación entre religión e idealismo, porque la filosofía moderna (así como los progresos en biología, psicología y física) ha venido a demostrar que las ideas, los "conceptos", se forman a partir de la repetición de estímulos sobre nuestros sentidos. El hombre crea una idea abstracta a partir de su experiencia con el mundo material. Así se comprueba quela idea surge de la materia.
Siguiendo este razonamiento, es el hombre quién ha creado a la divinidad, y no al revés. Marx expone al respecto la teoría de la alienación. La teoría de la alienación es retomada por Marx, pues estaba ya en la filosofía Hegeliana y fue Feurbach quien la asoció acertadamente a la opresión. Marx es quien explica las formas de alienación y el método para la emancipación o liberación de hombre.
El hombre ha intuido su propia esencia, pero al no poder aislarla para identificarla necesita proyectarla fuera de sí y atribuírsela a un Dios creado por él, que imagina en un más allá. Así la encuentra más fácilmente, pero también se ve despojado de ella, provocando su propia alienación (la palabra viene de alienus, "ajeno").
Para Marx y Engels, lo divino no es otra cosa que la esencia del hombre como especie, mientras que lo humano es la esencia del hombre como individuo. El hombre pone sus propios atributos (inteligencia, amor, voluntad...), fuera de sí mismo, en otro ser llamado Dios. Esos atributos son lo mejor de sí mismo, y le caracterizan como especie. Por eso se produce el antropomorfismo de Dios, se le suele dar forma de hombre, y se le convierte en un ser moral dotado de la capacidad de premiar, castigar y perdonar. El hombre alienado se encuentra sometido a un poder extraño a él que lo domina y le impide ser él mismo, sujetándole a leyes impuestas. La religión es la esperanza de que en otro lugar exista la justicia que no hay en el mundo, por eso incita a soportar la opresión: "es el opio del pueblo". Puesto que el hombre necesita de una religión, el único Dios del hombre debe ser la humanidad. Según Marx, el camino de la emancipación moral es la crítica de la conciencia religiosa y la devolución al hombre de la esencia humana.
Pero hay otras formas distintas de alienación. El hombre es un ser material, tiene unas necesidades que satisfacer y se ve obligado a trabajar para ello. En cierto modo, el hombre se identifica con su trabajo, y se ve reflejado en el fruto del mismo. Cuando un trabajador vende su fuerza de trabajo se deshumaniza. Se produce alienación en el momento en que al hombre ya no le pertenece su propio trabajo, como tampoco el fruto del mismo. El trabajador se ama a sí mismo, ama su trabajo cuando el mismo lo regula y disfruta la mercancía producida. Cuando se ve obligado a entregar su trabajo al patrón, se encuentra alienado y debe ser oprimido para que esa alienación se mantenga. Sólo la lucha revolucionara de la clase trabajadora conduce a la emancipación y al fin de esa opresión. Otros ejemplos de alienación es la que sufre la mujer bajo el actual sistema patriarcal, la alienación de la sociedad que entrega su propio poder al Estado y cree que lo necesita, la alienación cultural que provocan los medios de masas, etc.

Ésta es la formulación del desarrollo más multilateral y rica en contenido. Es una teoría que abarca prácticamente todos los campos de la ciencia, la vida, la historia y el mundo. Es tremendamente abstracta y profunda. La dialéctica surge para explicar el desarrollo de los procesos sociales, históricos, físicos, químicos,... es decir, de cualquier proceso. De ahí su carácter polivalente y universal, y la imposibilidad de contradecirla. Marx tomo la dialéctica de la filosofía Hegeliana, pero despojándola de su envoltura idealista para ponerla al servicio del materialismo.
La dialéctica supone una forma de ver el mundo, no como un conjunto de objetos terminados y estables, sino como un conjunto de realidades cambiantes. Para comprender la dialéctica, debemos aceptar que absolutamente todo, tanto lo material como los conceptos abstractos, se halla sometido a un continuo proceso de cambio, de nacimiento y muerte. La dialéctica niega la existencia de realidades inmutables. Todo aquello en lo que podemos pensar sufre desarrollo y variación: las sociedades, el ideal de belleza, de justicia, el significado de conceptos como "casa", "dios", "mundo",... A lo largo de este desarrollo tarde o temprano se repiten etapas ya recorridas, pero con una base más alta, una "negación de la negación", es como un avance en espiral (en lugar de lineal o circular).
¿Cómo se produce este desarrollo? ¿Cuál es su motor? Éste es el núcleo de la cuestión, y sobre el que Marx se detiene a investigar. Según él, el desarrollo no se produce de un modo gradual, paulatinamente, si no que ocurre "a saltos", presenta discontinuidades, cataclismos, revoluciones,...
Los "impulsos internos" de este desarrollo, su motor, son las contradicciones. Los choques de fuerzas en el interior de un sistema (físico, biológico, social, económico,...) le hacen avanzar a saltos. Cuando en un sistema aparece una fuerza, se encuentra con su opuesta y genera una contradicción. Esta contradicción no se disuelve, si no que su resolución requiere de la transición a otro sistema.
En todo proceso se pueden distinguir tres fases dialécticas: tesisantítesis síntesis. No se da la tesis sin su antítesis (no existe un tú sin yo, no hay burguesía sin proletariado, etc.). La antítesis se genera por negación de la tesis, y esta oposición se supera mediante la síntesis, que no es más que la transición a un nuevo estado donde no existe la contradicción anterior (pero aparecen otras). La síntesis es la negación de la negación, que inicia un nuevo proceso.
Expliquemos esto de un modo más gráfico, con dos ejemplos del propio Marx:
  • Cuando el agua se calienta, sus partículas se agitan. Se crea entonces una contradicción: por un lado hay fuerzas que mantienen unidas a las moléculas del líquido, y por otro lado éstas necesitan cada vez más libertad para agitarse (debido al calor que reciben). Cuando el agua está a 99º no observamos ningún movimiento, pero llegados los 100º se produce una brusca resolución del proceso (no gradual), y las fuerzas intermoleculares se rompen por la agitación, el agua se evapora y las moléculas se separan.
  • Otro ejemplo puede ser la revolución francesa. Los burgueses habían ido acumulando el poder económico desde que se establecieron por su cuenta fuera de los feudos. Llega un momento en que controlan con sus empresas todo el comercio y ostentan el poder económico en la sociedad. Pero por otro lado el poder legislativo y judicial sigue en manos de los monarcas absolutistas, que ostentan por tanto el poder político, atando de manos a la poderosa burguesía. Este tira-y-afloja se hace insostenible, y llegado el momento dicha contradicción desemboca repentinamente en la revolución burguesa de 1789, dando paso al nuevo sistema capitalista.
Si aplicamos la dialéctica a la historia, veremos que es un continuo nacer y morir de sociedades, una eterna agonía de sistemas de organización social, cuyas contradicciones internas se van agudizando hasta que quienes necesitan del cambio lo llevan a cabo mediante violentas revoluciones. Por tanto, y esto es principal, el motor de la historia es la lucha de clases, el enfrentamiento de las poblaciones favorecidas por la contradicción contra las deseosas del cambio. De esta forma, Marx proporciona por primera vez una comprensión científica de la Historia, explicando la continua sucesión de métodos de producción (generación de bienes consumibles a partir de materias primas brutas): las fuerzas productivas son dinámicas (se van desarrollando continuamente, cada vez se produce más y la clase trabajadora cada vez percibe una menor parte de esta producción) y terminan por entrar en contradicción con las relaciones sociales de producción, que son estáticas (la clase capitalista posee los medios de producción y el proletariado se ve obligado a trabajar para ella, por ejemplo). Veremos esto un poco más adelante.
Seguramente no es del todo correcto afirmar que "el marxismo es una ciencia", pues carece de fórmulas y tablas periódicas, pero es innegable que la dialéctica materialista aplicada al proceso histórico adquiere carácter científico, por ejemplo, permitiendo extrapolar (predecir sucesos a partir de la observación experimental).
La dialéctica ha servido para explicar muchos procesos científicos, y se ha aplicado en todos los campos, nutriéndose a su vez ella misma de dichas aplicaciones, como la teoría de la evolución Darwinista, el principio de indeterminación de Heissemberg, la relatividad de Einstein, la teoría del caos, la mecánica cuántica,..

La teoría de la lucha de clases, es el hilo conductor que nos permite descubrir que la historia no es un caos donde se suceden periodos de progreso y estancamiento, revolución y reacción, guerra y paz,... sino que su desarrollo está sujeto a leyes.
Hemos visto en el capítulo sobre el materialismo que la conciencia proviene de la materia, y no al revés. Del mismo modo, la conciencia social, la moral y el pensamiento dominante en cada sociedad, depende de sus características materiales. Los hombres, al convivir en sociedad, contraen necesariamente unas relaciones sociales y laborales (independientes de su voluntad) que condicionan su conciencia. La historia es una sucesión dialéctica de modos de producción (diferentes formas que tiene el hombre de organizar la fabricación de bienes y su intercambio) creados por el hombre, pero que después adquieren independencia de su control e incluso le ofrecen resistencia.
El modo en que se organizan esas relaciones sociales de producción que se establecen entre los hombres es lo que Marx denomina estructura de una sociedad. La estructura es por tanto la base económica de cada sociedad (esclavista, feudal, comunal, capitalista, socialista,...), y comprende tres niveles: a) condiciones de producción (clima y riqueza natural de una sociedad); b) fuerzas de producción (grado de desarrollo tecnológico de la sociedad) y c) relaciones de producción (posesión de los medios de producción y división del trabajo en una sociedad). Sobre esta estructura y condicionada por ella, se levanta la llamada superestructura de la sociedad, que es la forma jurídico-política de cada sociedad (refleja su ideología) y depende siempre de la base estructural económica, manteniendo con ella una relación dialéctica. En eso consiste el materialismo dialéctico. Nuestros modos de pensar y de gobernarnos están condenados por el desarrollo de nuestras fuerzas productivas, por nuestro modo de producción (el capitalismo), puesto que los hombres para hacer política, además de pensar, tienen que comer.
Por ejemplo, la democracia burguesa (entendida como derecho a votar) no era posible en el sistema feudal, mientras que la democracia obrera (entendida como el pueblo que realmente se autogobierna) no es compatible con el sistema capitalista actual. La actual democracia representativa burguesa se ve condicionada por la clase que tiene el poder económico, impidiendo que gobierne la clase oprimida.
Sin embargo, el capitalismo no escapa a la dialéctica. Además de generar riqueza para una minoría, genera pobreza para una mayoría, creando el caldo de cultivo tanto para los fascismos y autoritarismos como para el pensamiento revolucionario. Las actuales relaciones sociales de producción implican la existencia de clases. Hay una minoría burguesa que posee tierras, fábricas, capital,... y una masa trabajadora que sólo puede vivir trabajando para la clase poseedora. Los intereses de estas dos clases son directamente opuestos, nunca podrán cooperar en la gestión. Los demás grupos sociales, el lumpen (clases marginales, mafias,...), los profesionales independientes (que necesitan auto explotarse), etc... No juegan ningún rol en el sistema económico a nivel mundial que rompa este binomio trabajador-capitalista.
La clase oprimida, el proletariado, es la encargada de la revolución que emancipe a toda la humanidad del capitalismo. Para que la revolución se lleve a cabo, deben darse las condiciones objetivas o materiales (alto nivel de explotación y miseria) y las subjetivas o ideológicas (alto nivel de concienciación de la clase oprimida). La función de los partidos comunistas es impulsar la conciencia de clase y mantener las condiciones revolucionarias subjetivas.
La revolución proletaria buscará la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, que implicará el fin de las sociedades de clases. Dará paso a la nueva sociedad comunista que tendrá que hacer frente a un nuevo tipo de contradicciones y sufrirá también su desarrollo. Ese paso del estado capitalista al estado socialista obrero, desde el que se construirá la sociedad comunista sin estado, supondrá la "humanización de la humanidad", abolirá la explotación. Durante un cierto periodo existirá una sociedad en la que no habrán desaparecido aún las clases, y en la que los proletarios mantendrán sometida por la fuerza a la burguesía y su ejército mercenario. Esta etapa se llama la dictadura del proletariado, y las generaciones crecidas en este sistema, que no tendrán el lastre capitalista en su educación, serán quienes realizarán la construcción de la sociedad sin clases.

Empecemos a ver la economía marxista por el principio, comprendiendo el análisis que Marx hace sobre el valor de las mercancías.
Toda mercancía es, en primer lugar, una cosa que satisface una necesidad humana, y en segundo lugar, una cosa que se puede cambiar por otras. Esta doble concepción de las cosas, concede a toda mercancía un doble valor: el valor de uso y el valor de cambio (respectivamente). Estos dos valores no tienen por qué coincidir. Por ejemplo: el agua tiene un enorme valor de uso (sin ella no podemos vivir, la usamos constantemente), pero un escaso valor de cambio (es muy barata). Con el diamante ocurre lo contrario, tiene un gran valor de cambio (es carísimo, una porción se puede cambiar por grandes cantidades de otras mercancías) pero poco valor de uso (apenas tiene utilidades prácticas). Dos mercancías pueden tener el mismo valor de cambio, pero el valor de uso es propio de cada mercancía. El valor de cambio o simplemente valor de una mercancía, es la magnitud que nos sirve para intercambiarla equitativamente con otras que poseen distinto valor de uso. Todas las mercancías tienen una cosa en común: son producto del trabajo. El valor de cada mercancía lo determina el trabajo que se emplea en su obtención.
Cuando las sociedades comenzaron su desarrollo, se produce la división social del trabajo. Los productores se especializaron en obtener mercancías concretas: unos cazaban, otros fabricaban armas, etc. Pero luego unos necesitaban comer carne y otros necesitaban tener armas, e intercambiaban mercancías que tenían valores de uso distintos. La proporción entre dos valores de uso es el valor de cambio (por ejemplo: tres hachas por dos osos).
El desarrollo de las sociedades continuó, los trabajadores se especializaban cada vez más y los intercambios se multiplicaban vertiginosamente. Surge la necesidad de regularizar el valor de cambio. No podían seguir estableciendo el valor de cada mercancía en osos y hachas. Entonces se crea una mercancía distinta, el dinero, y todas las mercancías comienzan a cambiarse por una misma, cuyo valor de uso era nulo, pero sirve para comparar los de las demás mercancías.
Cuando se intercambian mercancías por medio del dinero, se equiparan los trabajos invertidos en obtenerlas. Marx dijo: "El cambio es una relación entre trabajadores, con una envoltura material". Sin embargo el trabajo puede comprarse y venderse, como una mercancía más que, como veremos en el capitulo siguiente, tiene la peculiaridad de que puede pagarse por ella menos de lo que en realidad vale (explotación): su valor de uso es muy superior a su valor de cambio.



Al principio, tras la aparición del dinero, los trabajadores producían una mercancía (carne, vegetales, herramientas,...) de la cual utilizaban una parte. El resto la vendían y con el dinero obtenido compraban las demás mercancías que necesitaban para vivir. La circulación de mercancías era M-D-M (mercancía-dinero-mercancía), primero se realizaba una venta y luego una compra.
Cuando la producción de mercancías alcanza un desarrollo muy elevado, el dinero se transforma en capital. Veamos este concepto detenidamente, pues es el meollo del marxismo.
La circulación de mercancías pasa a ser de la forma D-M-D, es decir: que se tiene un dinero (capital), se realiza una compra de cierta mercancía, y luego se vende esta mercancía... ¡¡y se obtiene por ella una cantidad de dinero mayor que la inicial!! Este aumento del precio de la mercancía se llama plusvalía. Pero, si no ha variado su valor efectivo, ¿de dónde sale esa riqueza?
Veamos cómo se produce el proceso D-M-D. Una persona realiza una acumulación de capital, juntando una gran cantidad de dinero, por los medios que sean. Este "acumulador" es uncapitalista. Con su capital, adquiere una mercancía, que tras venderla le proporciona "misteriosamente" más dinero del que invirtió. Estudiemos el caso más claro de capitalista, el del empresario, el cual adquiere una mercancía distinta, especial, que es el trabajo. El empresario "compra" el trabajo de un obrero por un cierto número de horas, también compra los llamadosmedios de producción: materias primas, herramientas para trabajarlas, local de trabajo, energía para las máquinas, etc. De esta compra obtiene un producto (fabricado por el trabajador, a partir de las materias primas y las herramientas que pertenecen al capitalista), y vende este producto a mayor precio de lo que invirtió. De esa ganancia extra, llamada plusvalía, parte se dedica al crecimiento de su empresa y parte pasa a engordar su fortuna.
¿De dónde habrá salido esta plusvalía? Evidentemente, ni las máquinas, ni el local, ni la materia prima generan riqueza por sí solos. Sólo el trabajador puede generar riqueza, cuando lleva a cabo la producción de una mercancía.
El capitalista vende en el mercado la mercancía a su precio exacto, puesto que ésta tiene un valor de cambio determinado. Pero si obtiene ganancia, eso quiere decir que está obteniendo la mercancía por un precio mucho menor de su valor. Entonces, al comprar las mercancías iniciales, está pagando por alguna de ellas menos de lo que vale. ¡Está claro que no hablamos de las máquinas, sino del trabajo! No está pagando al obrero lo que realmente vale su trabajo.
Un ejemplo concreto: supongamos que el/los propietario/s de una empresa vende cada silla a 2000 pts., de las cuales, 1000 se gastan en pagar la luz, el alquiler de la fábrica, la madera, etc... El carpintero cobra 3000 pts cada jornada, vende su fuerza de trabajo por ese salario. A mitad de jornada, el carpintero ha fabricado 3 sillas que se venden a 6000 pts. Descontando las 3000 que se han gastado en medios de producción, tenemos que el carpintero ha producido una riqueza de 3000 pts, que es exactamente lo que recibirá al final del día. ¡Eso significa que el resto de la jornada trabajará para el bolsillo del capitalista! Hoy en día los mecanismos de producción de la sociedad capitalista son mucho más complicados, pero la riqueza se extrae del mismo sitio, de las costillas de los trabajadores.
Por supuesto que los economistas burgueses neoliberales (partidarios de la libre empresa privada) dan explicaciones distintas sobre la producción de la plusvalía. Por ejemplo, argumentan que la ganancia proviene de la competencia, que algunos capitalistas ganan con sus inversiones porque otros pierden con las suyas. Sin embargo, es evidente que si la plusvalía se generase durante la venta o la compra se mercancías, no se generaría riqueza en el mundo, sino que simplemente se desplazaría de unas manos a otras. Vivimos mucho mejor que hace 100 años, eso quiere decir que sí se genera riqueza, y por tanto que la plusvalía procede del proceso de producción de mercancía, y no del de cambio.
También dicen que parte del valor procede de la máquina, y no del trabajador. Ocupémonos de desmentir esto. Imaginemos una maravillosa máquina que funcione sola y sea capaz de fabricar sillas. La máquina tiene una duración de unas 1000 horas, cuesta 1 millón, y produce 1 silla cada hora. A la máquina no se la puede forzar ni amenazar, siempre produce 1 silla cada hora y siempre cuesta millón de pts. cada 1000 horas de funcionamiento (1000 pts cada hora, más la energía). Esto redefine el valor de cambio de la silla (todo el mundo producirá al mismo coste en poco tiempo). El capitalista no podría vender la silla en el mercado por más de lo que cuesta producirla, no sería capaz de extraer plusvalía a la máquina.
Otro argumento es que el de empresario es un trabajo más como cualquier otro (sin embargo los accionistas de una empresa no tienen que mover un dedo para ver como ingresan ganancias), o por ejemplo, el cuento de que el capitalista es el que asume los riesgos de crisis y quiebras al invertir el dinero que le pertenece en una empresa que dará trabajo a otros hombres. Esto es bastante ridículo. ¿A qué riesgo se refiere? ¿Al de perder todo su capital y no quedarse más que con su capacidad de trabajar? ¿Al de verse obligado a vender su fuerza de trabajo para vivir, como los demás obreros, y convertirse en un trabajador más? ¿Es que tienen que trabajar los obreros para mantener la riqueza del capitalista?
Como ya hemos visto, en el capital que se invierte en la producción, se distinguen dos partes: capital constante o medios de producción (luz, máquinas, materia, etc.), con el que se obtiene exactamente lo que cuesta, y capital variable o trabajo, del que se puede obtener más de lo que se paga. Este "timo" forzado para el trabajador es lo que se llama explotación.
Es falso que en la historia siempre haya habido explotados y explotadores. En distintas épocas y lugares han existido comunidades en las que no existía la propiedad privada de los medios de producción y nadie tenía que trabajar en las condiciones dictadas por el propietario de éstos. Además, ha habido formas distintas de explotación, como el esclavismo (donde no sólo el trabajo, sino la vida del esclavo pertenecían a su dueño), el feudalismo, el sistema asiático, el capitalista, etc.
En el sistema actual, el capitalista puede aumentar la explotación del obrero de dos formas. Una de ellas es la plusvalía absoluta, y es más directa. Consiste en forzar a los trabajadores para que produzcan más rápido, o disminuir directamente su salario. La segunda es más indirecta y menos evidente, es la plusvalía relativa. Consiste en aumentar la producción por otros medios: mejorando las técnicas de trabajo, reorganizando la cadena, etc. De cualquier manera, el trabajador trabaja y cobra lo mismo que antes, sin embargo produce más, y por tanto recibe una porción menor de su producción, luego aumenta su explotación.
La plusvalía relativa es un concepto importantísimo, pues sirve para demostrar que aunque la riqueza social aumente y todos vivimos cada vez mejor, la explotación y la desigualdad también aumentan. Hace 50 años que conseguimos la jornada de 8 horas, y aún se mantiene a pesar de que el tiempo necesario para la producción de mercancías disminuye continuamente a un ritmo de vértigo. Si hace 50 años 8 horas generaban riqueza suficiente para la clase capitalista, ahora les generan mucha más.
Como acabamos de comprobar, al sistema capitalista le interesa invertir en investigación tecnológica, pues el progreso de la maquinaria le ayuda a producir más en el mismo tiempo y así aumentar la explotación. También consigue reducir la necesidad de mano de obra. Cada vez más hombres son sustituidos por máquinas en los talleres y fábricas. Lógicamente, dentro de la voraz competencia del sistema, cada capitalista quita de en medio a muchos otros, que se arruinan. La riqueza se concentra cada vez en menos manos, a la vez que crece la masa de la miseria. A la vez aumenta la producción a un ritmo alocado, de modo que llegaremos producir más de lo que podamos consumir, puesto que al sistema capitalista no le interesa el valor de uso (para qué sirve lo que produce), sino únicamente la plusvalía (la ganancia que genera). Estas contradicciones explican las periódicas crisis que cada vez más frecuentemente azotan a la sociedad capitalista. Este tira y afloja se volverá cada vez más violento, hasta que las contradicciones se vuelvan insostenibles, y el sistema (según Marx) o bien sentirá la hecatombe en sus carnes o bien evolucionará por necesidad al socialismo o comunismo.
"El capitalismo está cavando su propia tumba. La centralización de los medios de producción y la socialización del trabajo llegan a un punto en que son ya incompatibles con su envoltura capitalista. Esta envoltura estalla. Suena la hora de la propiedad capitalista. Los expropiadores son expropiados."
(El Capital)

Sistema patriarcal: sociedad que se organiza en base al hecho de que la autoridad familiar es ejercida por el varón y su linaje.
Mercancía: bienes consumibles por la sociedad, consecuencia de la producción. Elemento de cualquier género susceptible de ser cambiado o vendido.
Producción: acción de transformación del medio que el hombre realiza por medio del trabajo para procurarse bienes que satisfagan sus necesidades.
Condiciones de producción: particularidades de la zona donde se realiza la producción: clima, estaciones, riqueza del suelo,...
Medios de producción: dispositivos físicos que permiten la producción: maquinaria, herramientas, locales, terrenos, materias, energía,...
Fuerzas productivas: capacidad de una sociedad para producir, depende de su grado de organización y su desarrollo tecnológico.
Relaciones sociales de producción: Relación entre las partes productivas de la sociedad: dueños y esclavos, empresarios y trabajadores,... Dependen de la propiedad de los medios de producción y la división del trabajo.
Modos de producción: Sistemas que se identifican con las diferentes relaciones sociales de producción: esclavista, capitalista, etc.
Proletariado: Los romanos denominaron proletario a los trabajadores que no tenían bienes y aparecían en los registros de propiedad únicamente por su prole (su familia).
Valor de uso: capacidad de una cosa para ser utilizada. Utilidad de cada mercancía.
Valor de cambio: capacidad de una cosa para cambiarse por otras o por dinero.
Capital: Conjunto de bienes que periódicamente genera rentas o intereses. Factor de la producción formado por la riqueza acumulada que se invierte y/o reinvierte en dicha producción.
Plusvalía: aumento del precio de una mercancía (el capital la obtiene a un precio y de su venta percibe otro mayor).